Durante muchos años he trabajado en los cuidados paliativos. Mis pacientes eran los que habían ido a casa a morir. Momentos muy especiales se compartieron. Yo estaba con ellos en las últimos tres a doce semanas de sus vidas. La gente crece mucho cuando se enfrentan a su propia mortalidad.
Aprendí a no subestimar la capacidad de alguien para el crecimiento. Algunos cambios fueron fenomenales. Cada uno experimenta una variedad de emociones, como se espera: la negación, el miedo, la ira, el remordimiento, más negación y la aceptación final. Sin embargo, cada paciente encuentra su paz antes de partir, cada uno de ellos.
Cuando se les preguntaba acerca de cualquier arrepentimiento que tenían o cualquier cosa que harían de manera diferente, los temas comunes surgieron una y otra vez. Aquí están los cinco más comunes: